Festes Majors Patronals de Benidorm vivieron ayer sábado, como siempre suele suceder, una de las jornadas más intensas y emotivas de este ciclo festero. Esa jornada en la que los locales rememoran los días de mediados de marzo de 1740 en los que llegó hasta la localidad la imagen de la que hoy es su patrona, la Mare de Déu del Sofratge.
Lo hacía a bordo de una embarcación que navegaba sin tripulación, a la deriva, y que fue remolcada hasta la costa por tres marineros de Benidorm. La Escenificación del Hallazgo, declarada Fiesta de Interés Turístico de la Comunidad Valenciana, volvió a reunir en la arena de Poniente a varios centenares de personas para poder presenciar en directo el acto, que representa cada año desde 1971 la Associació Cultural y Recreativa La Barqueta. Antes de comenzar, sin embargo, se guardó un respetuoso minuto de silencio por las víctimas de la DANA de Valencia y por Jaume Climent, miembro de la ACR La Barqueta, fallecido hace menos de un año.
Para este año, además, se ha contado con algunas novedades, como un nuevo decorado para este acto, financiado por las Concejalías de Cultura y Fiestas, así como mejoras técnicas en la grabación que realiza la narración de los hechos históricos. El decorado, en concreto, es un mural, de 35 metros de ancho por tres de alto, que recrea el poblado marinero que era Benidorm en la época en la que ocurrieron aquellos hechos y que sirvió para cubrir todo el muro perimetral del Parque de Elche junto al que se realiza la representación. El diseño del mismo ha sido obra del pintor local y miembro de La Barqueta, Miguel Ribes Sogorb.